Pocos escenarios en Cuba exhiben tanta belleza natural como Pinar del Río. Bendecida por la naturaleza, atesora dos de las seis Reservas Mundiales de la Biosfera existentes en la Isla
Pinar del Río
El encanto de su flora y fauna constituye atractivo fundamental de la provincia. Pinar del Río es un destino de sobresaliente interés para quienes encuentran en el contacto con la naturaleza una buena razón para viajar.
La provincia ha sabido combinar las comodidades de la vida moderna: hoteles y restaurantes, de manera sostenible para que no dañen el ecosistema vigente.
Para conocer Pinar del Río nada mejor que las excursiones y visitas a su escenario más famoso: el Valle de Viñales declarado Paisaje Cultural de la Humanidad (UNESCO); el complejo turístico Las Terrazas, comunidad turística de desarrollo sostenible; Soroa, con su orquideario y su hermoso salto de agua; las ruinas de cafetales franceses del siglo XIX, el embalse de Laguna Grande, apropiado para la pesca; el sistema cavernario de Santo Tomás, de 45 km de longitud; el centro Internacional de Buceo María La Gorda, enclavado en la Reserva de la Biosfera de Guanahacabibes, y los cayos del norte (Levisa, Paraíso y Jutía), todo un complemento de opciones en una región que conserva y se enorgullece de sus ricas tradiciones campesinas así como de ser la tierra del mejor tabaco del mundo.
Pinar del Río se encuentra en la porción más occidental del la isla, limita al norte con el golfo de México, al sur con el golfo de Batabanó, al oeste con el estrecho de Yucatán y al este con la provincia de La Habana.